Somos una Iglesia Bautista, una familia de fe, personas que hemos decidido recibir a Jesús como nuestro Señor y Salvador personal (Juan 1:12). Y que el mismo Espíritu de Dios viva en nuestros corazones el cual da testimonio de la verdad de que ya somos hijos de Dios (Romanos 8:16, 17); que nada ni nadie nos podrá separar del amor divino de nuestro Dios (Romanos 8:28, 29).

Entonces, somos miembros de una iglesia bautista, somos personas que nos hemos arrepentido de nuestros pecados, hemos nacido de nuevo y dado testimonio público de esto, siendo bautizados por inmersión en agua.

​

Dios es nuestro Padre celestial y ahora somos "herederos de Dios y coherederos con Cristo", como su palabra lo manifiesta.

Somos una comunidad espiritual de cristianos que nos hemos unido y deseamos practicar las enseñanzas de Jesús y llevar a cabo sus propósitos en la tierra. Creemos rotundamente que la base de la fe y práctica cristiana es la Biblia y que el único mediador entre Dios y los hombres es Jesucristo (1 Timoteo 2:5).

​

Creemos que El Espíritu Santo de Dios vive en cada creyente y le comparte su amor divino (Romanos 5:5). Que el fruto del Espíritu Santo llega a ser la característica principal de la iglesia (Juan 15:35; Gálatas 5:22, 23). Y que El Espíritu Santo también reparte dones a cada miembro de la familia de Dios; donde cada uno es responsable ante Dios por el ministerio que ha de desarrollar como parte vital del cuerpo de Cristo (Romanos 12:1-8).

​

Jesucristo mismo es la cabeza de su iglesia (Colosenses 1:17, 18). El Nuevo Testamento enseña que cada iglesia tiene dos oficios -el del pastor y el de los diáconos. Ellos son los siervos de Cristo y de la iglesia local (2 Corintios 4:5). Cada pastor ha de cuidar a los miembros de su congregación como un pastor cuida su rebaño. Los líderes han de orar, predicar, enseñar, aconsejar y servir en tal manera que todos los miembros sean equipados para poder cumplir con Dios en llevar a cabo el ministerio total de la iglesia (Efesios 4:11, 12) y servirle como el "Real sacerdocio" de Dios (1 Pedro 2:9).

​

Practicamos las ordenanzas que nuestro Salvador Jesús dio a su iglesia -el bautismo y la Santa Cena del Señor. El bautismo neotestamentario es por inmersión en agua y solamente para los que han puesto su fe en Jesús como su Salvador personal. La cena del Señor es un acto de adoración por el cual los cristianos recuerdamos la muerte de Jesús hasta que él regrese (Lucas 22:19, 1 Corintios 11:23-26). El bautismo es un testimonio público de la fe en Cristo y la participación en la Cena es un testimonio de que toda la esperanza cristiana se base en él y lo que él hizo en la cruz por todos los pecadores.

​

Estamos comisionados por Jesús mismo a compartir el mensaje de la salvación con todo el mundo. El mensaje que proclama es que Dios ama a todo el mundo y quiere que tengas vida abundante y eterna (Juan 3:16). El pecado separa a cada persona de este amor (Romanos 3:22, 23). Por eso Jesús vino al mundo y murió en la cruz y allí pagó el precio completo de la salvación (Romanos 5:8). Cada pecador puede aceptar la muerte de Jesús como el pago por sus pecados, arrepentirse y volver a Dios. La vida abundante y eterna es una dádiva que Dios ofrece a todos a través de Cristo Jesús (Romanos 6:23).

​

Creemos en el amor y el Espíritu de la Iglesia; Somos una comunidad inclusiva. Te esperamos…